Yo, gaviota; tú, toda mujer

miércoles, agosto 01, 2012


Tweets del 9 julio 2012


Sin nombre, aquello profético
Golpean las ventanas como tambores caseros reclamando luz de vigilia
En mil bodas se casan nuestras manos
Se niegan las imágenes en sus aguas profundas

Más densa que el agua; y más rápida cambias
no estás en el instante que pasó
ni tiene efecto sobre el de ahora
no tiene recuerdo el cuerpo ni la memoria
Naces oscura y ciega
Te rozo eléctrica
Oleaje de soplo cardíaco por todo tu cuerpo

Se nos acaba el aire de la habitación cada noche
Tu movimiento me inquieta
El lazo de tu ombligo sobre tu vientre
Subes el volumen de mi habitación
Me llevas del vértigo al vuelo
Posteriormente me cogió un sueño exigiendo sus derechos de propiedad

Me acerco a mi infancia vidente con aires de no reconocerla

Te alejas
de esta nada que es la vida
en la plenitud de la apariencia;
sin latido ya eres latido de la tierra

El regreso contundente de las formas retoman el mundo en el punto en que lo dejaron
En esa distancia entre las formas persiste el mundo como idea
Irrumpes siempre idéntica, siempre diferente, como el primer día a primera hora
El eterno presente ni termina ni retorna
Porque aún no se ha decidido a cantar cantos rotos
Como en un torbellino de ganas sucumbiríamos en la espiral de nuestros cuerpos enlazados
Aún la verdad subjetiva no ha sucumbido bajo los golpes del escepticismo
Avanza el desastre entre sus propios escombros de ladrillo y cemento con manifiesta clorofobia

Tú, igual que Alicia, hacia todas las verdades
Dicha de nada, de nadie, ni del Tiempo
Yo soy disgusto; es decir, sin gusto
Asumo distancia mala
El otro de mí, se ha muerto en el anhelo

Los que acudieron a su caverna se quedaron ciegos desde hace 2.500 años

Eres, mi amor, el acontecimiento del asombro
Aún vivo de todas las cosas que no he hecho
de todos esos amores desconocidos
de esas vueltas que no di por el mundo para buscarte

Llegamos paseando al fin del mundo
y pensamos a la vez que no es para tanto
que no es terrible
ni nada desaparece

Alguna parte de ti me supo a mar de cangrejo
Yo, gaviota; tú, toda mujer
Te hiciste mar; me hice sueño

Lentamente me trago el mar como palabras ofensivas que me dijeron
La ciudad de hollín se detiene a las puertas del Infierno
En ese desdoblamiento de lo imaginario en imaginario

Lo que es del ayer como días pasados que no fueron
eso creen los relojes
el reloj cree en ellos
las agendas lo desmienten
si le pregunto a alguien nadie sabrá decirme nada

Para evitar retroceder nunca daba un paso
Esa muerte adquirida se monta cada día una fiesta, un banquete de sofistas, un self-service de razones
Me repartes; en tres porciones de cariño y una de sal

Como tu eco, doble de ti,
solo existo de pensamiento en tu presencia,
física y palabra

Venía del mar revisado. Revisión anual para que los barcos naveguen

La ficción se alimenta de esa locura cuerda compartida

La ausencia se absorbe con las cortinas de las ventanas de los patios interiores
La locura es esa forma que tiene la vida cuando circula de cabeza en cabeza
Con tu vínculo a la infancia vas blanca y suave
El texto, retexto, relee, recoge, en su celda a las palabras locas
Habla sobre la existencia con palabras cortadas por el tajo de la muerte

Algo se estaba diciendo a doble voz;
o él y ella eran dos;
o sonaban ecos como dos cuerpos extraños y diferentes

De la madre salen todos los viajes
Del alejamiento como pasto en llamas
Del amor a la distancia del viajero
De aquí a la distancia que me espera la muerte voy a dar pequeños pasos para que desespere

Cogió la madre a su bebé y le puso una lengua en la boca
Solo sabía mentir cuando no le hablaba a nadie
Transfórmame en ti constituyente

Por tanto desafío a los límites te conviertes en dolorosa;
en el sexto sentido de los libros

Conseguía oír la distancia y también la cercanía
oía mejor allá que acá
a la larga una era fina y ligera
la otra grave y cercana

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