Asperger
Amaba ir a la palabra, estar fuera de mi memoria, sin el carnal soporte. Siguiendo la exacta secuencia repitiéndose en sí misma. Decía la mente siempre. Nunca hay vuelta de hoja: simple reiteración. De los actos. Del pensamiento. De los objetos que componen el decorado. Los únicos presentes. Sus diversas consistencias, colores, reflejos variables, su sabor en la lengua. Viene del mundo perceptivo conocido. En el cual somos contenidos, embebidos, aprisionados fuera de la temporalidad.