Los espejos tienen pasado. Repletos de sombras. Inmóviles sombras que a veces de forma inesperada se mueven levemente. También se produce en ellos eclipses bajo sus finos párpados. En su oscuro silencio. Para extraer su sombra. Para no quedarse en el oscuro silencio. Agitarse con las vibras del amor. A cuerpo (a) descubierto. Ante los cañones de la vida.
Senso, luego ex-isto como hipó/tesis.
Los sueños. Los sueños. Cuando cae la noche. Cuando cae la noche se escribe el amor. Se escribe. Y te acuerdas cundo se escribe. Las dispersas hojas de los sueños. Crean capas subterráneas. Indefinidas capas que ocultan la cara. Crean vientos borrosos. Huecos sin significado, inalcanzables. Núcleos, nudos, meollos. Más allá de los cuales no se encuentra lo huido. Desaparecido como si no hubiese llegado a la conciencia. Ese núcleo hace ruido, estalla en temibles fuegos artificiales. Da señales de vida. Molesta y clava. Suspende la vida, la ataca, tambalea, deja grietas abiertas.
Le ha comido el aliento el espacio. Le dio todas las perfecciones del ave. Desde el culto de los árboles. El árbol del consentimiento del bien y del mal. Se eleva la cruz en el cielo de los árboles. Le apunta certeramente el amor inevitable. Le sería sumiso a los deseos humanos, destino ineluctable del encadenamiento. Incluso el infierno tiene sus ojos. Incluso las cadenas reaccionan. Desde el puente entre la vida y la vida, el puente flotante de los sentimientos desciende por la escalera del arco iris, mensajera de las divinas palabras, símbolo de la fecundidad de la armonía, dispensa ella la divina lluvia de la vida, descienden por ella las corrientes cósmicas invisibles entre el espesor del aire, mientras, en el interior de la noche, circunscrito está el misterio.
Eres el alimento que sale de la boca de Dios. El cuervo solar de tres patas. El zorro nueve colas. El mensaje cisne. La alegre longevidad del arroz, nudo mágico del hambre. El coloquio poético mítico de los pájaros. La fuerte inmovilidad de la muerte y su eterna permanencia. Los siete cantores cisnes sagrados. El que está hacia lo ilimitado. La entrada a lo inaccesible. El símbolo del fértil surco. La primera siembra de todas las cosechas habidas. El como teje el ojo las miradas. El imposible desciframiento de los signos. La mántica de los signos.