Y le enseñó la vida ignorante lo menos posible. Y no es un cuento de Navidad como cualquier otro historia de la vida. Y esto quedó. Verdina azul de los caños abiertos sobre las paredes. Otros mezclados con verde jabón tras pasar por la vieja ropa tiesa y sudada. Un ácido olor. Un espumoso riachuelo. La vida de la piel desprendida flotando hacia...
Mira como los puentes ultrajan la salida, cierran el agua, y toman el Oriente. Pasan andando los muertos, en fila mortuoria, con sus cuerpos lentos. No miran el futuro del agua, ni el aire que la mueve. Son de carne y sus pasos no se oyen. Todos tienen la misma expresión de cara: parecen copias. La gente empezaron a llamarlo el Puente de...
Vivo estás en su cama, cruel te condenas me condenas a esta espera aquí estoy para cuando el deseo de ella se te vaya Soy yo quien está dentro y tú dentro del laberinto vivos a la vez muertos y sobre todo a la espera Allí yo de día tu sombra, de noche fuera grito. Ese ruido en ti es silencio afilado encerrado...
Así como hiere tu ausencia, así juegas conmigo a las Damas, damas de pinchos y saltos, negras y blancas, de madera tus manos, tiemblan al «Me como una», indiferente, que aquí no hay Reina ni Alfil ni Torre, esa en tu pecho amurallada, en cuyos pasadizos me haces laberintos... que en ellos no hay simplezas, de simples saltos en diagonales, que aquí se...
No se dirán nombres de personas, cosas, lugares, ni se mencionarán fechas porque esto ocurre desde hace algunos milenios. En ese parto estaba la matrona, las ayudantes de agua, la Sabia y su pequeña hija; esa que tenía la mirada más clara, las manos más sensibles y el oído más limpio. -Mamá, ¿dónde está el anterior? -Corrió hacia la libertad. La matrona, después...
maúlla un trapo sin mentir; sí. Algún día en esta vieja cocina de estudiante. tejados, libros, viejo diario. Tejas rojas de viejos nublados. Encontrarás al viejo diario, a las fotos, de las viejas cocinas de los restaurantes, a su humedad pegajosa, a comer pobre de estudiante callado. La rebeldía se reía de nosotros: de todos aquellos que andábamos a las cuatro de la...
todo es grieta en cualquier parte advenimiento de todo tipo de mar de las tormentas de la pérdida del olvido: memoria aguada del no retorno. el hambre de los monstruos marinos en el fin de los mitos vuelan animales, hablan sirenas. cascos de arena traicionan los cráneos; anteriormente nunca vistos tronos de marfil mágicos por amor encerrado en un paraíso sin memoria. está...
empuña la palabra y el mensajero le dice: se ha acabado el hilo del tiempo, ella quiere el fin de tu espera, de seda ha hecho el camino, la vuelta será breve soy el mensajero por mi boca la boca de ella habla, no te confundas, prisionero por mí te golpeaba por tu aspecto derribado el amor de ella no te mereces no...
espejo, ávido transeúnte. de alas suelto. y tú vienes a mí desde el desierto abierto. te miro, bella, con tu silencio-velo. me haces signos en cada puerta y esperas que yo reaparezca en nueva esquina. te digo: @quiero estar cerca para olerte los ojos, y tu piel cerca. me dices: @es imposible estoy vigilada. Cambio de esquina mientras tú andas. miras todo como...
ella bailaba en un patio sola, hacía fila para tomar turno, le pedía a un joven ausente baile, lo tomaba por la mano por la cintura, bailaba toda la noche mirándolo a los ojos, una luz de ella se apoderaba, continuaba la música sin cortes, le sonreía alegre-triste con su mente le hablaba, le decía que lo amaba a ese amante ausente [...
durante esa tarde estaba en alrededores nuevos, grandes parques, hijos únicos corriendo, miraba los árboles, no hacía nada, los padres fumaban, los brazos apoyados sobre los bancos, un jardín es como una boda, boda verde de parque, niños corriendo alrededor de los bancos, las papeleras repletas de bocadillos medio comidos, una tarde preparada a fuego de sol, unos novios vestidos de blanco, fotos,...
ese día, oía el ruido de las calles, bailaba andando, casi nadie lo notaba, "voy a bailar, quiero bailar, aquí mismo, ven, bailemos" y ella se cogía con brazos de viento y bailaba, "te encontré en un baile, estabas tan hermoso! eso sucede, así fue, pero no te dije nada, te conocí siempre, te llevaba conmigo de vacaciones al mar de mis padres,...
nació, vivió gran parte, [ no sé; nunca la he visto ] [ ¿o tal vez una vez en París? ] [ quizás, muchas ] iba por la calle andando, larga y sola, como muriendo, no se le entendía decir nada, hablando para ella junto al ruido de los coches anónimos, llevaba su infancia pegada a su vestido, de su andar casi infantil...
Después de varios días volvió a la calle, sus manos parecían agua, agua que ella llevaba de paseo y bebía en ellas, retenía las calles por donde pasaba para no volver en mucho tiempo, hacía un esfuerzo por contar cuántas puertas le gustaban, cuando estaba lejos se acordaba de alguna más segura, como si una parte de sí misma se quedase en cada...
ella no me había reconocido, detrás, había mirado dentro del café, detrás del cristal en ese lugar donde yo estaba, pero sus ojos no cambiaron, no me conociste mi pequeña desconocida, dejé el dinero sobre la mesa, recogí mi desidia y anduve detrás de ti con la mirada fija, estabas como antes y tan diferente, ¿te habrías casado? ¿hijos? ¿divorcio? ¿trabajo? ¿qué hacías?...
ella prefería quedarse sola por las calles, largos paseos, ella, sin el ruido de los actos, le permitía hacerse, decía, encantadora, decía, sabían pedir a la vida, ese favor de ser libre, se lo concedía cada tarde, sola y calle, no se lo debía a nadie, nada más que a sus pasos, se acordaba de los bailes sola, patio, caminaba, los edificios grises...
hoy, los días estaban enfermos, como una enfermedad estacionaria, un baile de microbios, con orquesta de fiebre casino plaza pública, ella recordaba otras veces, preponderantes estados parecidos, como playas enfermas, sin ruidos, se remontaban a la infancia y más tarde, incubaba la eclosión de exterior, todo se concentraba dentro, un interior retenido sin apenas exteriorizarse, un gran afecto sin palabras, retenido en la...
y tú a cada instante en sueño presente, ¿dónde estás que no respondes? no dices nada y paseas exactamente, diríase que ella se sentía nada, paseaba, paseaba, como si no estuviese, dudas, ¿tienes el corazón? y te tocabas el pecho en medio de la calle para sentirlo, nada, nada, está pero nada, entonces pensabas en él como el que viene, como un efecto...
Narrativas
El silencio es un foso abierto en mi pecho como un gran agujero haciéndose
martes, julio 30, 2013 A la vista de la mañana tú miras al mar-espera llega la curva del agua alta contra la pared del sol el silencio es un foso abierto en mi pecho como un gran agujero haciéndose Mis entrañas sin salida viene de tu perdida mi tortura insaciable en las puertas de fuego allí medita tu partida hacia ella, hoy vuelves Tuve párpados abiertos sobre...
Esta fuerza terrible que me dejaste te acecha cualquier signo tuyo es mi alimento sin medida en tus ojos vivo gran poder me tienes en espera Tu huida te dejó preso en el laberinto de ella de mis paredes testimonio aquí en mi cuarto tus visitas quedan rosas noches promesas Sigue . ...