Se peinaba meditativo delante del espejo sin siquiera plantearse qué imagen escoger entre las que los demás llevaban en la cabeza. ¡Semblantes fuera! Así, como si nada. Como si no significaran nada. Cuando por fin, con los largos años, lo comprendió, ya no le quedaba ni imágenes ni pelo. Desde aquel día las iba buscando en cada escaparate en el que se encontraba...