Amor brote de rama hierba pecho tierno como tela de araña
domingo, febrero 24, 2013
Tweets del 25 de enero 2013
Hoy es primavera.
Se llama como yo te llamo.
Y también te amo invierno
cuando me haces escalofrío.
¡Oh amada mía! Cuanto brote tengo
de tu amor en el pecho.
Sangre tengo derramada
a través de las palabras
que estas bien no hacen verso
aunque para ti las tengo entregadas.
Vives en mí de amor poseso;
en ti vivo y muero;
mas este es insuficiente,
incomparablemente pequeño
al lado de lo que mi corazón siente.
¿Y si este mi amor me engaña
con esta prueba sublime?
¿Y si no ardo sino que con hielo quemo?
¿Y si duermo y sueño que de amor te amo me amas?
Pues no tengo prueba de ello.
Dame pues tu mano
con corazón encogido dentro.
Dame tu presencia como se la doy yo al ciego.
Borra en mí la duda
que bajo mi piel tiembla.
Amor brote
de rama hierba
pecho tierno como tela de araña
Entre letras cae sangre
por los puntitos luminosos de la pantalla.
Llegan hasta las teclas del teclado
y con ellas se mezclan.
Vives en mí a esta hora
como cuando llega el fin.
Brotes de amor como soja
Estás como noche ausente corre por tus venas y no eres sangre ni pena estás deseo yo verte por entre una reja se funde ese cristal que llevas dentro grano de avena en tu leche caliente y una cuchara se juega el juego de tu boca y ganas una gota chorrea sobre el mantel de la blanca mesa llega a tu codo izquierdo coges la servilleta la cuchara de metal suelto me miras mentón de leche sucio esta mañana sonrío a sueldo a cambio de tu boca-moneda
Pero soñé contigo y volví.
A tus manos
Que son de piedra
Duras con mi frente
Asperas como lengua de gato
Con menos silencio
que una ventana eco
de la calle.
Volví a tu cuarto de estudiante.
Un patio húmedo, un restaurante
Una escalera de madera
Una antena sin cable.
Volví sin fuego.
Apagado por la deriva
de las calles.
Era como en Navidad.
Tal vez el día de antes.
Encontré unos celos de brote.
Reventando en mi pecho.
Adonis, en su delirio de belleza,
me había vuelto a traicionar;
o eso supuse.
Nunca más dormí con certeza.
Los dados estaban echados.
Caían escalera abajo
botando sobre los escalones.
Tuve rotura
de pies y manos
y un poquito del corazón se quedó muerto.
0 comments