Fuimos un hijo sereno del futuro
lunes, enero 22, 2018
Fuimos un hijo sereno del futuro, una divina entrega de mar. Y te acercas y te alejas. Y me mojas y te mojas. Ponemos nuestras antiguas heridas en sal. Ya dejaron de sangrar. Se nos afila la lengua a cada palabra que nos decimos. Quiero estar en tu boca como un acantilado. Quiero ser la mezcla de tu vida. Veo tu vientre abandonado y me dan ganas de ser tu sangre. Son tus pechos dos aves blancas acurrucadas en tu nido. Se me vinieron tus labios como tormentas. Fuiste la duda que me calla, los ojos que me hacen hablar, el deseo sin falla. Fuiste el viaje que se escapó de los golpes, el rumor de la mala suerte, el puerto donde nunca estuviste. Somos ahora el antes de las palabras de aquellas bocas que fueron calcinadas.
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