Colgaba al silencio delante de las ventanas
martes, enero 02, 2018
Y mis gritos y tu indiferencia. No se hacen preguntas, ni de ti ni de mí. Ya llegaron las aguas negras de la noche. Quise olvidarte durante ese tiempo, pero traicioneros sueños te hacían el amor en cada rincón de la casa con el deseo de los desesperados. Quise olvidarte de la palma de mis manos, de los gritos solitarios de mi cama. Tocaba tu ausencia como muerta; pero muerdes mi memoria como un perro la pelota. Me quedaba inmóvil para ver si no pensaba. Colgaba al silencio delante de las ventanas; no lograba evitar la entrada de tu nombre. Ahora naufraga en mis rojos ojos. Me hago con él las heridas. Estás en aquel lugar que no se olvida, en los mensajes de la distancia, esa que tuve perturbada desde que besé tus labios. Ya soy para ti una lengua muerta con las letras perturbadas. Ya ves, un silencio de piedra, un mensaje de nuestra frontera.
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