Estabas ausente como una lengua muerta. Y yo, en aquello que no se olvida, soy el silencio negro de la gota. Soy el mensaje de un montón de intenciones. Soy el mensaje de nuestras fronteras. Todas las fechas pasadas son hoy el principio. Quisiera dormir un instante para salir de esta parada del tiempo. Ya no te recuerdo; voy a salir de ti,...
Y ahora, tú, en esta soledad, cuando llueve y el silencio cuelga y naufraga, me hago inmóvil en los escombros de este verano. En el reguero de tu nuca, en tu caliente memoria, en el dolor insólito, está naciendo una herida de lenguas ausentes, de ríos negros. ...
Y grito, y grito tu nombre en esta noche ciega. Y grito para al final del grito ver tu indiferencia. Y me haces dolor, y vela, y suerte. Y me incluyes como muerto. Y ahora... palpo tu silencio, sus pies, el lugar con el que tocas la tierra, la palma de tu pie silenciosa. Oigo el ruido de la vela, su flama ardiente...
Juegas con mi tristeza y me dejas rodeado por la gravedad del sufrimiento. Entonces le pongo labios a tu ausencia. Entonces se me complican las manos. Y me dices que tú también entiendes de olvidos, que perdiste las fuerzas, que tuviste Lunas negras. Fuimos imposibles que al amor escapan, que se desconocen, que ya no se hablan. Fuimos ciegos con demasiadas bocas, en...
Voy a hacerte a fuego lento... en la oscuridad de las cuevas, en el llover de las paredes, en el grito de las piedras. Mientras tanto tendremos que vivir en las sombras. Teníamos dos pasillos estrangulándonos la boca. Y ahora te miro a la velocidad de la mirada. ¡Ay, distancia, de mí dispones con la memoria desnuda de los ojos! Resbala la mirada...
En el bautismo de tus ojos y en su lenta huella los matices de tu belleza me prometen viajes. Voy lento, hacia ti ceñido. Voy a llover en tus manos. Voy a hacer noche en la cueva de tus sentimientos. No sé; pero tendré que vivir así: en la desesperación de hacerte. Tendré que vivir en tu sombra. Tendré que hacerme tristeza. Tendré...
Entre tus tiernas piernas y el baile y tu mente. Entre tu cuello caliente; sí, un mar de gato. Entre que me arañas con tu aire felino y domas los contornos de mi cuerpo y las demás señales de vida. Así la ciudad se difumina. Y al oír tu nombre. Y al presenciar tu bautismo. Y al secar todas tus huellas, haces del...
Amor a ti como milagro
Prometo ser la tempestad de tu boca en las claves del recuerdo
martes, junio 23, 2015 Prometo cumplir con la vida en la próxima parada, en cualquier estación a donde vaya, y no deber nada a las claves del recuerdo. Y no deber nada a la clave de los «perdones», ni a las tempestades del sexo. Prometo no construir más castillos en el aire, ni fortalezas que del amor me proteja, y estar desnudo ante los reproches. Prometo ser...
Tengo un sueño del que tú formas parte. Y a la espera, se les ponen las manos frías. Y a la flor del vértigo se le abren puertas; son espejos del tiempo y despedidas, son mármol de madrugada. Ya sé que ahora tu piel es un invierno con sus horas congeladas, y que ya no es costumbre en ella la vida. Ya sé...
Te voy a decir en esta tarde de calor que de mis ojos cae la soledad desde que te fuiste. En esta soledad de tu cama he oído gritos, cada vez cinco minutos antes del vacío. Y para reparar el silencio pinto tu almohada. Y un árbol de la vida sin peligros. Y limpio los sueños marchitos como hojas muertas sobre tu sudor...
Amor a ti como milagro
Se levanta la estampida de los secretos, la náusea de la nostalgia
sábado, junio 20, 2015 Y ya en el tumulto de la masacre florece el hombre del pánico. Es un remolino blanco de millones de existencias. Entre ellas salen algunos hombres de plástico. A tres pasos de la vida vuelan sobre los precipicios. Amanecen en los lóbulos del aire, en el manto del deseo y ausencia, en el intervalo. Se levanta la estampida de los secretos, la náusea...
Mi barullo de lengua dando vueltas
Y cada abrazo me desnudaba en la desnudez del pájaro.
viernes, junio 19, 2015 Ya es la hora de unas ramas del tiempo. Y aquí, con los pies desnudos, flota la carne sobre el líquido espacio. Son hojas nuestros brazos. Son la palabras del azar y del destino. Son tributos al Dios desconocido. La divinidad me empuja con sus secretos, me llena con las olas de sus libros, hace de letras estaciones. Me marea con sueños... y...
Y te amaré como aquel día de tormenta. ¿Recuerdas? Estábamos boca arriba en silencio, en una calle sola. Nos prometíamos un siempre y otras promesas. ¿Recuerdas el dolor de nuestras palabras cuando el dolor cruje y amenaza la quiebra? Olvídate, te dije: ese tiempo no existe, eso es solo ruido de aquella fuente. Sí, de esa fuente que llora al agua; teme del...
Estás en esta noche como algo incurable en la hora de la caída de las manos. En este otoño del grito cuando los labios duelen. En este intolerable miedo. En este magnífico invento de las sombras. En este invento de la lluvia. En esta cama de la distancia. En este desgaste del llanto. En este mundo, en esta vida, las noches enteras. Ahora...
Y en tus ojos veo lamentos muertos. En tu cabello como un patio nuestras manos al viento. Entre las cosas desnudas... tu poderosa boca. Entre los gritos de tu cama, escucha como ahora te beso. Se nos rompe la sangre con los ojos cerrados, con sus lágrimas cortadas, con sus besos ciegos. Nos viene el viento a la boca, el tuétano de la...
Y amarte y oírte llorar y lloro. Y te alegras al andar en tu cuarto y en mis brazos te tomo. Y me miras como una pausa cuando se hace el silencio. Entonces supe el color de tus ojos. Supe que el imposible desaparece, que lo invisible es una obra ciega, que eres mi parte que existe. Supe que el olvidarte me desvela,...
Y veo mejor desde tu mirada. Eres el error del sueño; y por ti tengo nostalgia. Y me preguntas sobre los defectos del mundo; y por mis defectos te pregunto desde esta invasión de sombra que procede del más allá del oscuro silencio. ...
Y la luna se desgrana cada noche bajo la sombra de sus ojos, y naces en ti con tu belleza. Eres un brote de vínculos despoblados, fulgurantes días livianos, una larga cadena de manos rotas. A veces, eres bosque a la llegada de la noche, a veces, brazos desengañados; a veces, raíces de las yemas de tus dedos, oscuridad siempre. Eres un saber...
Me mirabas y olvidé el día. Pienso decirte que estamos hechos de secretos, de secretos hechos con las marcas de la noche, esas cartas indefinidas, esas bocas del silencio, esas palabras clavadas en las calles sin nombre. Las cartas perdidas de nuestras bocas. Las letras abreviadas de nuestra historia. La invasión del tacto. Necesitábamos la oscura vida de los sueños, hermana de las...
Ayer fuimos dolor... y herida. Fuimos calle de las que lloran. Fuimos los ojos del vuelo. Y tú, mi gota, de verdad te amo. (...) Seré breve sombra de la nostalgia... breve caos naciente... inestabilidad del olvido. Seremos bucles de nuestros pechos secretos... el caos de los nombres. ...
Y en nuestra parte de amor y miedo se pierde el mundo, el amor y la tristeza. O bien el amor es ausencia y las palabras constancia... ambos como agua vuelven al círculo del universo; son dos gatos intrusos que se tocan. Muerden de nuestros cuerpos la huella, toman al viento como cuerpo, hacen tramas de travesías. Son dos puertos que en el...
Si te sueño, mi boca loca es un grito. Cierra ojos al miedo. Huyen mis labios. Y poco a poco entiendo. Eres extraña compañera del mito, intrincada y absoluta, resistente al recuerdo. A ti, la vida, resisto, a ti y al silencio. Tus intenciones guardo; las nombre en el espacio que se cruza. Y nuestro espacio de amor sigue en la tristeza. ...
Mira como vuelo sobre las fronteras. Sí, allá. Allá somos de carne y hueso, música temprana; somos un signo diminuto del infinito, marca incurable. Allá las calles se agrandan, hablan locas como plegarias de la noche. ...
De carne y dolor es nuestra biografía. De nuestro cuerpo privilegiado. De la marcha de las manos. De los ojos que tiemblan. Los obstáculos nos salen por la boca. Recogemos sus trozos pelo a pelo como el abanico de los sueños rotos. En la proliferación de los objetos, fértiles y diseminados, se amplifica el dolor de no tenerlos, fetiches del aire. La carne...
En ese dolor disidente del cuerpo, en cada una de sus lecturas, en sus metamorfosis ancestrales, en la imagen de sus visiones... está la carne de nuestra biografía, está el cristal como una esfinge. ...
Evidente, tú, como la lluvia. Evidente y manifiesta. Lluvia desorientada, bajo el invierno de un naranjo. Para verte tormenta. Eres agua fuerte que calla, pez fugaz del aire, destello. Como un tiempo que tarda troceando la espera, me fuiste construyendo alrededor de la muerte, dueña de las turbulencias. Perteneces al dolor, a ese dolor disidente, a ese goulag de los cuerpos muertos. ...
En esta prolongada vida y agonía nunca diré basta. Se iniciará el silencio cuando las cumbres borrascosas dejen sus gritos. En este ritual de los ojos se pierde la existencia, fábula prodigiosa, alas saladas del Infierno -y más allá, el mar y los seres prodigiosos-. ...
Tarde amanece. Un farolillo de colores oriental. Un gesto de mano en el aire. Y tú rompes. Amanece y es fugaz. Estábamos en el riesgo del recuerdo. ¡Las termitas, las termitas! Y el mar. Eres una gota que duele. El dolor de la agonía. Nuestra alma de carne. Y te diré más. Eres la iniciación al silencio, la prolongación a mi vida, el...
Es usted... y me mantengo. Ser de la noche; de las mías, de las nuestras, de todas. Hierve la sangre de la noche. -¡Las señales! ¡Las señales!- Tuvimos camas rosadas, lecturas de cuerpos. El silencio llama; llama en tu nombre. Desfallecen las horas. Desfallecen las horas del futuro. Vuelve la alegría del instante. Y tú completa crees. Estamos al alcance. Ya es tarde...