Tuve visiones y todas eran tuyas
jueves, febrero 22, 2018
Mi avidez de ti no se acaba. Devora mi propia carne, la piel y hasta la médula de los huesos. Tuve visiones y todas eran tuyas. No estabas en el recuerdo porque siempre presente. Y promesas, promesas. Tremendos gemidos de amor por las venas. Presente y futuro te miro en tu sordo aire que no me dice nada. Mira que si estuviéramos en el dolor nuestro sufrimiento nos parecería bello. Y ya me responden, con falta de aire, que es la exageración de siempre. Pero ya sabes que el dolor se rompe, se estrangula, en su propia garganta. Insidioso es el Destino, caprichoso pozo de profundidad que deja a la vida seca.
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