Era la tarde en tus labios
lunes, febrero 19, 2018
Era la tarde en tus labios. Era el deshielo de la tristeza. Teníamos recuerdos de naufrago, cuerpos de sal picoteados por las aves en nuestra geografía profunda. Éramos como las crestas de las olas blancas. Nuestros cabellos reales escaleras sin protocolos. Sencillo era tu vientre. Atrevida tu boca. Y tus ojos una fiesta. Nos recogíamos en tus manos; en ellas daba el universo volteretas, después de tanta piel dejada en las costuras. Nos vestíamos de futuro como esfinges eternas cuya alma volaba por encima del desierto.
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