El último de la fila
domingo, agosto 02, 2020
Que viene el mundo admirable a contarnos cuentos. Stop. A esa línea anterior, stop. Ahora, empieza otra. Clemencia, por favor: que se ha levantado la mañana perturbada por la obscuridad de la noche. Clemencia, pues esto no es un poema ni cuento. ¡Qué creíste: que estar el último de la fila en la cola de la frase era un juego fácil, juego de niños que todos los niños hacen! Pues no. Clemencia pues. // Empezamos de nuevo. \\ Esa divina esquina la tuya donde la tarde duerme. En ese hemisferio de la vida donde solo mi vida vive. Solo mi vida vive: ella; pues pueden vivir otras, por la mía ignoradas para el bien de su fermentación. Allí me creaste en el misterio de la vida, en la red de tus libros, en el vuelo de tus palabras. Allí tuve nacimiento para ti, alumbrado alegre, promesa de la felicidad por venir. Y por tanto en tan complacido estado desconocía el largo tormento que el amor promete.
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