Y debo imaginar

miércoles, febrero 17, 2016

Ardiendo, no hacíamos otra cosa. Y debo imaginar que eres sublime, a veces fuego sagrado, a veces alma y delicadeza. Son estos tus ojos como brazos. Y llegaste, amor, con todas las convulsiones, devorante y veraz. Y llegaste, amor, como las horas irremediables. Alabada seas señora.

You Might Also Like

0 comments

Compartir en Instagram

Popular Posts

Like us on Facebook

Flickr Images