Ya veo venir el horizonte
jueves, mayo 17, 2018
Tu pecho alineado sobre mi boca. El calor gritando. Los pies en llamas. Descalza sobre la hierba, originaste tormentas. Después las ramas, dolorosas ramas, revueltas entre el agua. Y tus pies, tiernos nadadores, van casi volando por mi memoria. Es la sangre de cicatrices, desnuda sangre, desafía como en la antigua vida. Por ti late aquella ruina, en el desajuste de los recuerdos. Ya veo venir el horizonte, cabizbajo, recordando la vida.
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