Tuviste que ser el dolor
viernes, noviembre 17, 2017
Y tus ojos son la sorpresa de mi vida. En su inocencia borraron todas mis heridas. He querido para ti ser hermoso aún por encima de la ciega vida, esa que duele como el dolor del veneno. Me has hecho traspasar el olor de la muerte, la triste tristeza, y otras banalidades. Alejaste con tus colores la peste, el hambre y la miseria. Tuviste que ser el dolor de mis tormentas, la sabia viva de la lluvia de mis cosechas, la alegría del otra vez.
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