Ibamos en las alas de prodigiosos Infiernos
lunes, noviembre 27, 2017
Íbamos en las alas de prodigiosos Infiernos. Era, entonces, evidente la lluvia. Manifiesto invierno. Fuerte y silencioso como la vida. Capaz de aire y tormentas. Quería arrasar las últimas trazas de la primavera. Agua fuerte con sabor a peces de mar lejano. Lluvias densas como el tiempo. Frágil amanecer, entonces. Ardía el aire para verte. Aquí hace una pausa la construcción del mundo. Y sales de la cama, rota por los sueños. Mojada por el sudor de la noche. Tristeza de boca seca. Dejas las marcas de tu cuerpo sobre la cama. Abres los pasos. Llega la humedad del cuarto de baño. Es una puerta abierta a los desechos de la vida, una de las salidas de la casa. Llegan al mar los destellos de tu cuerpo, del olor las turbulencias, el gulag de los detrimentos.
0 comments