Corderos de la vida
lunes, noviembre 13, 2017
Peores mares habíamos recorrido de boca en boca. En nuestro divino divagar fuimos luz de los sueños. Ojos rotos de pena y llanto. Inocentes, sin embargo. Habíamos quedado como herida. Pechos sin reproches. Corderos de la vida.
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