Tu cabello, acacia. Del invierno norte. Tallaba el origen de la máscara; o tal vez, el origen tallaba la máscara; nadie lo sabe. En todo caso, imputrible flor del desierto. A prueba del desierto. Desafío a las leyes de la naturaleza. El superior vuelo del éxtasis. Le regala tres semillas de boca. La fuerza del olvido en la que se somete la tierra....
Día, cielo, tierra. Luz, anhelo. Admirable mano del universo. Ni río se extingue. Ni cielo tiene influencia. Vida deforme señalada. Para qué, si ya no existe la oscuridad. La oscuridad de las manos semejante a la del universo. La vía de las manos, Vía Láctea. Su espíritu de entrega tiene en el corazón cabida. Desperdigado amor de visita. Despierta, Fortuna, despierta; haz placentera...
Con los lazos que haces y no resuelves, se ocultan en su huida los lazos de tu lengua. Revueltos y obstinados hacen lazos sobre la ausencia. Corren si no los oyes. Te aman en los ecos. Te niegan si no los amas. Y borran los caminos acertados. Los borran de los libros, de los mapas, de los nombres de las calles. Si los...
Y se disuelve la hierba (allí) en la fuente. Deja caer al tiempo. Se transmutan las estaciones, (allí) donde antes se movían las flores. (Allí) tu cabello sobre la tierra, pluma japonesa en un íntimo jardín. (Allí) la espera de esa lengua de agua. Te quedaste en mis agitados y temblorosos brazos, donde había sido fulminada mi alma, (allí) donde había sido silenciado...
Mañana, tú y yo, cautivo, siendo tú y yo otro allí donde nos robaron el futuro. Turbados, movidos, absortos, cortados del pretérito, enroscados en sus anclas. Nueva tinta que ya al papel no hace daño, ni araña, ni queja-esperanza, tinta indigna de los ciegos revestidos de espesas sombras. Y tú y yo ya sin huellas en el ausente futuro, tiniebla, luz sin huella...
Con tu alma, tú mi semejante. Con tus manos de hierba. Me haces sembrados campos de reposo. Del dormir disuelto. Del dolor acusado. Del correr del llanto. De las percepciones disueltas. Me liberas. Se fuga el día, la fuente, el agua corriente, se disuelve con su sabor insípido entre los dientes de la húmeda tierra. Pasa su nombre por las bocas. Con el...
Para que tengas que mantener el tiempo. A veces dulce. O en demasía. De ruta confianza. O el que nunca llega. Flanquea la tristeza. Subsisten los ojos, sus llaves, el estado de alerta. Se aflige el estado. Desaparecen las brasas de las horas. Del corazón se retiran. Se escapan por sus ventanas los sueños. ¡Menudo dolor! ¡Menuda falta de esperanza! Tantos años de...
Fluye la realidad en la confusión. En el lamento. Con sus defensas. Van los ojos vestidos de mirada. Mirada que se expande en el exilio de la noche. Es mala consejera. Consejera del te mereces. Se viste la realidad de espejo. Espejismos de mirada. Cuerpo proyectado sobre las superficies, sobre las cuales verifican su existencia. Fluye la realidad en la confusión. En el...
El corte de lo luminoso. Se escondían las manos en su viva soledad, en su nido de silencio, allí donde se desvanece el vuelo. // Eso de olvidar. Para que olvides el presente. Lo tomes sin espacio. Pues como decía uno, «el tiempo es espacio». Y ambos se desvanecen. Se sueñan sus imágenes. Se comen la noche. // Allí, ignorados, nuestros cuerpos sin...
El crepúsculo del miedo. Coge la separación a la tristeza. Mira cara a cara a la noche. Cuerpo a cuerpo van contando los huecos. Quedan sueltos. Olvidan los perdidos, las medias cosas, medias dudas, en su conjunto dudas de certezas. Sombras de cuerpos que ya se han ido. Manos sin recuerdos. Tormentos sin volver. Giran ahora los senderos del hastío sobre los veranos...
Puerta, cuerpo, sorpresa. Ojos tocan. Delante de la crecida de la vida. Delante del ahora. Sol. Sentado sobre la cara abierta de la tierra. Respiración. Apareces siempre. Aunque callas la boca. Sonríes de por vida. Con la esperanza sorprendida. Si siguen los labios el besar. Si siguen las olas al mar. Tu cabello la ondulación del aire. La fuerza del viento te lleva....