Somos de otra lluvia. Repetida y a la escucha. Tiempo reencontrado sin pérdida. Te explican tus sonrisas. En las escondidas de la noche. Cuando te dicen buena suerte en medio de la oscuridad. Son las insaciables palabras. Las que explican y ocultan para no verse desnudas. Se visten con bellos ritmos, sonidos en los que acaban. En cuanto a lo visual, también baila....
Haz de mí tu metáfora. A veces, se me confunde el laberinto. Se me hace universo. Dime siempre lo de lejos. Tomas el lugar cuando llegas. Yo en tu voz, en medio. Allí donde esconderme. Donde hablarme. De ti, hablarme. A mí mismo. En voz alta. En voz callada silenciosa. Donde de ti hablarme. Sin ser intruso. De tus manos hablarme. Recordarlas. Allí...
Y ahora que llegas respiro. Retomo de nuevo las venas, sus salidas de auto-ruta, sus callejuelas. Aquí faltan sus nombres, pues, sus puertas, pues, algunas ventanas demasiado planas. Si me hablas del Antiguo Oriente, surgen sueños donde se deforman las cosas, se avivan los colores que no nombro, se intensifican las tramas que no puedo inventarme, por incapaz, por mente plana, por recursos...
Tú-yo allá se dice. Nuevo canto a la vida. Estrenados días de lluvia. Vivacidad de los cantares en la desnudez de las camas, en los poros de los cuerpos, en el placer de las ganas, les harán aullar al silencio. Es el hambre de los montes que nunca termina. Le pusiste cascabel al tiempo para que no te pille-pillarlo. No te espera; se...
Ocurriendo. Ocurriendo y por venir. Vienes como la lluvia. Hablas de agua. Me despierta tu sonido. Y hablas. De mayor naciste lluvia. Hermana del Tiempo. Te reencarnas. Aunque no te reconoces. Eres la fiesta de las ramas, de las ranas, de los ríos y riachuelos. Eres el sonido, a veces, la respiración del cielo. De la cólera de los dioses que fueron. Líquido...
Se sabía que era lluvia, que venía lluvia, por allí, por el viento, detrás de sus sonrisas. Eran como preguntas volando. ¿Qué estará pasando que vienen las preguntas corriendo? ¿O es que están pensando y les salen corriendo las prisas por los poros de la lluvia y del viento? Por si viene lluvia, así, voy a mirar a los árboles. Voy a mirarlos...
Si ese sabías, y mirabas y sabías, y, a pesar, seguiste en el sin-saber, roto, como se rompen, a veces, las palabras cargadas por fuertes vivencias que bajo ese peso ya no soportan, revientan, explotan, se quiebran, estallan, quedan como cristales rotos que solo reflejan la realidad del recuerdo distorsionada. Si sabías, pero no preguntas porque no sabes qué preguntar, y sigues callado...
Si sabías la pregunta ¿para qué preguntas? Es esto un principio aceptable de texto? No lo sé. No sé como empiezan las frases; ni una frase; ni las más fáciles, esas de una palabras. Se me agota la razón. En blanco, ya no hace nada: ni ruidos de cables enchufados, ni calentamiento de microchip, ni bits circulando a la velocidad de la luz;...
Bebida de la salud y agua. Así apareces en ojos y en boca de nadie. Presencia y ausencia, interior exterior, círculo de la vacuidad del silencio alrededor del cual, sobre el inexistente círculo, recorres la causa en los efectos de su espejismo. Así hecha, bailas, como fundamental, sobre el recorrido de la luz, por ejemplo. El baile de tus ojos. La embriaguez del...
En tus remolinos. En tu continuo canto. Al borde de ti, de mí. Al borde del agua bebida. Corre, por acá, por allá, ofrecida. Rodeas las curvas de las piedras en tu fluidez innata. Y brincas, chapoteas, jugando con el escurridizo juvenil aire hasta que pierdes la orientación de los caminos. Vuelves palpando con tus manos de agua los frágiles tallos quienes parecen...
Collage impresionista puntillismo
Es el tiempo un invento para contar la ausencia
jueves, diciembre 10, 2020 No sé del otoñal color de las viñas. Ese olor húmedo de sus hojas. ¿Para qué se me vienen su color, su olor ahora? No lo sé; pues se perdieron en la turbulencia del tiempo. Pero este con su agitación no las borró, ni la humedad desapareció; se vino pegada a la ropa. Y el color nubla mis ojos. No me deja respirar...
Se nos hace largo recordar. Sí; no sabemos que hacer con los recuerdos. Se enmarañan en los labios. Te hacen creer como que existes. Pues eso es al mirar tus dos manos de bebé, esa impronta que aún tienes presente; tan actual como lo actual; tan fuerte en sus efectos como cualquier representación o cualquier sensorio. Dos manos y su recuerdo llaman, en...
Emoción. Profundo amor. Cuerpo, amor. Todo lo que él sabe del entusiasmo, de su verdad y mentira. En la cintura de los sentimientos que se piensan, se representan estar en tus labios, en la satisfacción de tu boca, en esa divina lengua de las sensaciones, nunca perdido Edén que en el otro buscamos con la terrible desesperación del que se ha quedado solo...
¿De quién es este aire que respiro? No lo reconozco. Ni siquiera los suspiros. ¿De dónde vienen? ¿Dónde están? No los percibo. Y duelen. ¡Ya verás si duelen! Son grietas que a sí mismas con dolor se cortan. ¡Insensato! ¿Por qué? Si ya hay dolor hasta en el aire, por qué doblarlo con más dolor añejo? Dolor del de antes; del que se...
De un profundo dolor. Y los campos de soledad. ¿Y de quién? Del mendigo. Él usa una vieja memoria que ha encontrado en su diaria búsqueda por los grandes cubos de basura situados en cada calle de la zona de la ciudad que suele recorrer con su carrito robado al gran supermercado Carrefour. De un profundo dolor también muere en su vieja memoria....