Arrastrabas mi esperanza con pesadas cadenas sobre la plaza pública. Fuiste la bala encendida dentro de la carne. Quererte duele. Duele como un morir roto, como una apuesta solitaria a la vida. Si tengo que morir que sea en tus fragmentos. Te los fui robando a cada dosis de amor, previendo este momento. Tengo fragmentos de tu pecho, fragmentos de tu rostro, de...