Esta cara extraña de tus ojos en su sitio donde tus pestañas cuelgan como farolillos, hacen colores hacia ambos lados se dejan caer sobre los labios. Allí lucen en tu deseo; en tu boca, hay tormenta. Te encontré y esperabas que amanezca para aclarar la voz de las palabras, en mi boca, desesperadas. Y tengo la calma de nuestro Destino. Calma seca, calma...