Te encontró el espacio del cielo. En tu secreto. Dentro y encerrados. Tu digitales huellas, dicen el camino. Ven por aquí. Está todo tapado, encubierto, cifrado para el entendimiento, para el corazón abierto y transparente, iluminado, “éclatante”, solo lo tapa el viento, con su translucidez, viento de seda y viento, Oriente con su hermetismo mal imitado aquí con el habla de niño.