Eres fuego e imaginada. He debido beberme tu memoria y anda así, sublime e embragada. A veces, limpia. A veces, blanca. Éxtasis sagrado de mis ojos, blanca y creada. Eres para mí, la mujer primera. Tú, desbordante confusión, corazón fuera. Te sale lo hermoso por los brazos. Y ahora y siempre, eres mi vicio alabado. Eres fuego e imaginada. He debido beberme tu...