Nos tomamos el espacio en blanco, sus imágenes, chorrean por nuestros labios, una gota cuelga del fondo de nuestra cara, y yo, con un dedo, con su yema blanda, la poso sobre mi carne, la miro atento, la huelo, la sostengo en su equilibrio de agua, le doy con la punta delicada de la lengua, la saboreo. Las imágenes nos comen: viven como...