Eterno kátorga para los no sometidos
domingo, septiembre 13, 2020
PRIMER CORO (simultáneamente, como de fondo (risas)): Había un lugar en el rito, en la palabra, en el mito. Tenía maldita acción fecundante sobre los desiertos donde la lluvia no llegaba en siglos. Tierra de castigo, eterno kátorga para los no sometidos; maldito viaje hacia el sacrificio; al bosque helado enviados, donde mora lo demoníaco con sus cargas de castigo. No cesará allí de inscribirse la falta, esa que no existe si no es en lo simbólico, en el juicio, en la condena que circula en circuito cerrado como una automática máquina de pensamiento.
SEGUNDO CORO (algo semejante en primer plano): Y sin embargo crece la fe en el hambriento corazón del ideal, de la esperanza, de la bondad. Va por delante de la maldad borrándole los caminos, sus posibles salidas, las abiertas puertas a los patíbulos. Va detrás la maldad desesperada: no encuentra, en su ceguera, sus propios pasos, el anticipatorio camino que la guía en su inmenso afán de autodestrucción.
0 comments