Ayuno de la vil vida

miércoles, octubre 02, 2019

Estábamos escondidos, fugaces, al sentimiento, como agua que no para en frías manos excesivamente delgadas, rezagadas ante la viva vida, y con débil memoria perturbada. Ya despertábamos, a veces, con la claridad del terror, desgastado amo que nos rechaza. Ayuno de la vil vida, subproducto del alma.

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