Oh, gran desesperación de Tú, divino
martes, septiembre 17, 2019
Te alcanzo ahora para tenerte siempre en la vida de la carne, más allá de los pecados de la piel indómita. Mudo esclavo invisible, te busco antes de la muerte. Contigo en esa misteriosa senda empujado por la perpetua despedida. Encontrador de hierba, me orientan tus árboles floridos, fuerza intemporal, como una revelación de la Promesa. Se preguntaba la divinidad, sin embargo, sobre ese gran Malévolo que es la corrupción del cuerpo. ¡Oh, gran desesperación de Tú, divino!
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