Que viene el mundo admirable a contarnos cuentos. Stop. A esa línea anterior, stop. Ahora, empieza otra. Clemencia, por favor: que se ha levantado la mañana perturbada por la obscuridad de la noche. Clemencia, pues esto no es un poema ni cuento. ¡Qué creíste: que estar el último de la fila en la cola de la frase era un juego fácil, juego de...