Obstinado, a veces, como el caer. Fue antes piedra; le guste o no le guste. Nunca se sabe todo sobre uno, cuando no es exterior como un ornamento. Estaba el interior al completo, como un restaurante o cine. Lo confirma la abundancia barroca de lo que somos. De ello creemos amarlo todo sin conocerlo. Claro que siempre nos fijamos en lo que más...