Y me tienes asegurado, como nadie lo hizo con entrega. Fue aquella carta. ¿Recuerdas? Nos hizo desaparecer alborotados, huidizos del desorden, del amor que nos tuvimos en aquella ciudad que a penas nombramos. Verás, esa exageración del olvido, de no querer reconocer que en ella fuimos delito, y trampa, “enreo” que hicimos para protegernos. Fue la marea de las calles y casas, salidas...