No puedes hacer nada por mí, por mi muerte, nada que la vida no haya hecho. En este mundo sin ventanas te avecinas. Alrededor de las olas tengo tu horizonte. Tu desafío de mar hacen trick con mis huesos. Y me defiendo del mar, de sus abismos, de los recuerdos dormidos en el viento. Aquí, encerrado, intuyo tu llegada solitaria, tus recambios del...