Todas mis vidas han sido errantes. La soledad es como la vida: una mala cosa. Los hombres-a-perros circulan por las calles a horas imprecisas. rompen la tarde con ráfagas de aullidos, tiembla la luz del sol cerca de las aceras, y un naranjo se recrudece, pide noche de ausencia. Vive hoy; mañana vivirá por ti. Tírame de la atención. Ellos hacen figuras que...