En el ojo del desahogo. Sentada la vida. A la puerta de madera y tierra. En silla de vieja enea. Miraba la blanca fachada de la casa de enfrente. Ve pasar aquello que ya no existe. Se agarra la ropa a puñados con la tensión de sus fuertes manos. Como si pasasen riéndose de sus ojos. Y nadie sabe porqué. Despliega entonces sus...
Cuando caen estas noches. Temidas mudas. Temidos centros de las cegueras. Su salida se siente. Desplegándose el presente. O caerse. O vivir. Extenderse. En la monotonía del ruido, esa borrosa poesía. Llamaba desde el fondo de esas aguas turbias. Aguas del desahogo. Para el ojo. Para el ojo. El ojo que tienen los árboles bajo las fuertes tormentas. El abre presencias y soledades....
Lo prehistórico de los peces. Dices lo desconocido; por eso se cree imaginario. “El Imaginario” me dice de eso sé sin duda de imagen, aún mezcladas hacen discontinuos arabescos sin sentido general conclusivo. De todo lo demás no sé. De otras partes. De ningún lugar. No sé. Todo lo dicho viene de otra parte, lugar desapercibido. Que si dicen. Que si lágrimas. ¿Por...
Le desgarran el vientre en el que se creía que guardaba las tormentas. Ermitaño en las siete torres. Se veía su mirada caer por la pendiente de los árboles. Alguna vez eran acompañadas por palabras desnudas que no pasaban más allá del olvido. Luego recuerda antes de llegar a sus límites. Recuerda en esa parte desconocida más allá de todo lo que se oye pues el oír perdió sus espejos....
Carta de palabras difuntas. El primer día. El segundo día. El tercer día. Y así. Y así todos los días simultáneos. En los recuerdos, simultáneos. Simultáneas sus sombras. Como simultáneas mejillas en su palidez siguen creyendo en las lágrimas. Hoy he visto su mirada de mejillas. He visto después el cuerpo con el que se sostienen. Pasaba la imagen como una lámina ondulante, como bajo agua, por...
Vibraban los pasos, pasos de seda y equilibrio en el túnel del tiempo. Nos medía, en su duración, el tiempo las uñas, en un meticuloso métrico avance. Pues se va a llevar su desgaste, y para no dejarlas huérfanas ante el maligno embrujo. He ahí su magia, su magia del otro buscador de restos y su utilidad para entorpecer el debido bien que...
Arabescos a-gramáticos a-semánticos como alas de mariposas “des-aladas”. Una sensación de vértigo liberado sus límites. Conciencia teórica imaginaria del mono-discurso ciego interior procedentes de los sueños descabezados. Exaltado infinito. Ve el exaltado infinito. Al igual que otros métodos, incluye en el volumen de lo conocido relucientes falsificaciones. Como por ejemplo: El universo estuvo atrapado al azar. Libertinaje del sueño. La luz de la...
En el pliegue de los viajes. Es el viaje en su tardanza. Su recorrido centrado. Empuja atento. Aunque se despista con el mar. Llevaba al cuello colgadas nubes. Las acariciaba y mimaba como amuletos. Así del temor se consolaba con aires de verdad poseída. Le vibraba la verdad sobre el pecho como una araña y su expandida tela de venenosa seda donde guardaba...
Se nos caían los dedos. Goteaban. Goteaban gotas de carne. Goteaban en silencio como señales. Iban a caer en suelo laberinto haciendo riachuelo de carne. Apenas olía. Se desprendía un leve vapor productor de somnolencia. Presa el olfato. En su viaje por el cuerpo encontraba la familiaridad de la carne. Como si hubiesen hecho un largo viaje. Un largo recorrido de carne a carne....
El corazón de la raíz. Sacado de la sustancia de la tierra. Corazón de agua y tierra. Enterrado. Enterrado. A puertas abiertas. A su aire. Salen buscando la luz. Salen buscando las bocas. Distantes, esparcidas por las tierras. Siembras aquí. Siembras allá. En un trozo de sombra frecuente, una leve capa de agua. La buscan con su leve intuición vegetal de raíz y...
Sacabas de tu boca la distancia. Casi siempre distinta. Y a pesar distancia de campo. Distancia de campo y memoria, de siembra recta que no tiembla. Aquellos tallos con sus distancias respectivas, sus ramas asimétricas, fractales a veces desde el espejo del cielo. Nos sacaba el campo distancia. Larga distancia de los dedos de los mares. De sus fluctuantes dedos de costa a costa....
“Bocabajo” desde el cielo. Sin galaxias en la nuca. Luz oscura. Y radiaciones. Allí buscar. Volaban las galaxias como bandadas de grandes aves. Les brillaban volátiles alas. Alas con su fondo de infinito se enrollaban para tomar impulso con grandes colas de luminosas ballenas. Seguidamente se producían inmensos tsunamis impulsados sobre la cresta de las altas y agitadas olas, quienes llevaban su fuerza...
No detengas la noche. Ni fijación de los ciclos. Reglamentado lo ineluctable. Llueven los ciclos cerca de tu boca. Vienen voces de lluvia, sílabas de agua, humedad de cielo. Y no paran sus instantes. Se clavan como siembra. Abren la boca para comerse las malas hierbas. Acarician bajo tierra la piel de semillas, se abrasan en un baile de viva alegría. Le van...
Hechos como luz. Exactos. Viajeros. Derramados sobre la alfombra de la vida. Hechos de inexorable espacio. Repetidos, sin rostro. Fantasmas con consistencia. // Al amor. Al lado. Al oído del vacío. A su lengua hecha de sombras. Saltaban estrepitosas. Al ritmo de la danza del viento. A ese ritmo en el que desgrana el tiempo. Raíces del tiempo pierden raíces. Pierden raíces las bocas....
Acércate a tus sueños. A sus sombras. A sus inseguras sombras. A sus inmortales alas. Después ya veremos su densidad. En ellas cae la noche. Cae inmovilizada por las palabras. Se rompen sus reflejos. Trozos de aire de sueños. ¡Tan sublimes idealizados! Se llevan el brillo del cuerpo desde el futuro. Te pronuncio futuro sin alcanzarte. Ese viaje anticipado al que le ponemos carne...
Se encontraron sin labios sin traducción. No se traducía el tiempo en ninguna lengua. El amor de agua. Donde se borran nuestros nombres. Fría espera del renacimiento. Frío despiertan los recuerdos. Frío evasión. Inventándonos en la leve llama. Y volver. Y volver. Tumbando los recuerdos. Y cuando te acercas. Cuando te acercas. Vida. Vida. Vida. Abre la caja de los dudosos sueños. De sus sombras....
Del silencio de las pupilas. En el silencio te espero. Se le despliegan las húmedas alas. Despliegan su secreto. Azul secreto de translúcida piedra. Por donde pasan los silenciados pensamientos. Agua congelada del instante. Del instante cama cartera donde se guarda lo no para uso público. Nunca visto en sus tretas. Nunca visto en su mirada. Secretos en su centro infinito. Secretos que vigilan...
Sigue volando. Recoja sus cosas. Recoja sus hojas, las horas ya no duelen. Recoja sus distancias, sus lugares: falsos o buenos. Del lugar el nombre. De las cosas el nombre. De ellas aprendí el espacio. Tropezar de cruces con las cosas. Sus fugaces cruces. Sus estallidos me dejan ciego. Lluvia de fuegos artificiales dentro de los cuartos. Sigue volando. Recoja sus cosas. Recoja...
Y siguen volando los sentimientos a la par que los eructos del volcán. Se derrama su lava hasta quemar bajo agua al mar. Se queda el vapor. Sauna de sentimientos al aire libre. Desnudos los sentimientos sudan de cuerpo entero mientras algunos de ellos se quemaron en su anciana boca de pulsante erupción. Hubo en antiguo tiempo tantos y tantos que se nubló...
Todavía en la sorda vida. En tus ojos, en tu boca, en esas cosas que llaman al despertar. Revuelto el vuelo. Sus alas en el pecho. Revoletean. Revoletean. Se hacen en el pecho caminos de viento. Se viaja por dentro cuando no hay camino. Vuelan los caminos con su mirada. Se encuentran en los viajes. Viajes de aire donde no hay nadie. ¿Dónde...
Y mientras. Y + Sigue girando. Conmigo. Con mis manos. Y las tuyas nos hablan. Todos los rincones nos hablan. Con sus ángulos palabras. Cada rincón hace marcas. Lee el libro de lo inmóvil y de lo que se mueve. Pone comas entre sus propósitos de objetos. Que a los rincones hablan. Mantienen el diálogo con las paredes. Libro de los objetos incluidos...
De dormido. Dormida mirada delante de la ventana. Pasaron delante tantos millones de años, calle arriba calle abajo, inmóviles recorriendo los móviles ojos. Levantando alternativamente un pie de ave zancuda, bajo tórrido sol, bajo lluvia. Y pasa el tiempo sin saber que se consume la vida allí parada en el vacío del trascurrir. Sin nada en mente entre comida y comida, luego dormir...
Dime oído. Dime de qué va la vida, a veces blanca, a veces sin rostro. Del dormir se llena. ¿Es vida el dormir con sus sueños? ¿Se duerme para vivir? ¿Se vive para dormir? No sé. No sé. Ni sé. Ni sé ni me dices. Y tanto hablas, vida, por los codos. La lengua de los codos que nadie entiende. Codo a codo va la...
A veces, soñamos alguna vez la desnudez. Desnudez del árbol. En la frente veía vacío. En la sonrisa, puesta en escena. Pero limpias palabras en miniatura. En la cama, sexo. Ese quiéreme como del corazón verdad última. ─«Tienes que volver.» ─«Haremos lo que el cuerpo pida.» Como si estuviese a mano suya. A pies del volver. A calmar los ojos. Y ya respiran...
Y dices, dices, dices. Y digo, digo, digo. Así de infinito es el sufrimiento. Los años rebobinando la alfombra con la que se evacuan lo muertos. Sus preguntas incontestadas añadidas al cesto sepulcral, enterradas a golpes de silencio. Dices-digo que tendrás que volver, que que que el dolor se te ha roto, hecho añicos, reconocible por su aspecto de terror. Terror heredado de...
Porque eres llave y obertura de todos los cielos, composición de mi cabeza delgada en su mísera existencia. Anuncias mi amanecer vacío. Me lanzas a los montes locos donde mi desesperación corre, sin rumbo corre. Me haces pasos bajo la lluvia, allí donde se enrolla el paisaje, se yergue, en el agujero de mi infierno se vierte. Porque eres llave y obertura de todos los cielos, composición...
Me devoras lento, al minuto, a fuego. Vienes oscura. Me despejas la tristeza. Llamas del amor los trozos dispersos. Me reúnes. Eres la tierra de mis murallas, las locas alas del viaje, de la raíz el deseo. Eres anuncio de la lluvia. // En mis pupilas emociones rotas, que quiebran el aliento, llaman a la lluvia, piden las llaves del cielo. Abres su...
Empezar de buena mañana con esas palabras impronunciables, ahogadas por la laguna de la ceguera, esos días escandalosos que no avisan el desastre. A la que fue vuelo, baile y espejo de mi mirada. Eras esa línea de cristal donde la luz se quiebra, en la fugacidad del instante. Me devoras lento con el afán de la tristeza con la fijeza de la...
Al ver el dolor con los ojos se transforma el dolor en terribles imágenes. Cuadros a lo Francis Bacon, donde las lágrimas son al azar curvas de color que desgarran al mismo dolor de existir. Tiempo dolor. Dolor del recuerdo: sus aristas, cuchillas. Dolor de pecho muerto, desnudo en huesos, sofocador de respiración. El agua misma láminas de fino hielo. El calor, hierro...
Si los ojos tuvieran mirada. // Si algunas caricias no tuvieran garras. // Habría sin oscuridad día, dicha no desesperada, sin confusión de amor, ni pena con sonrisa burlona. // Era el corazón un búho. Noche eterna en sus ojos rotando en el horizonte. Negras palabras que corren sueltas por las calles. // A la presencia como naufragio apelo. A las salidas de...