Fragmentos de espejo
lunes, febrero 17, 2020
Devuélveme angustia el sosiego porque ya no es tiempo de llorar, ni lágrimas para el agua, ni quejas para el aliento. // Angustia, sus mentiras. Entre ellas, la falsa tristeza. // Estados locos. Se daban las manos a cualquier precio. \\ Pronto sube el calor a las límpidas mejillas como temeraria plaga. Dulce llama que arrastra al temor. Y duele como un ultraje nuevo. Ultraje de los golpes del vacío, de un pensar sin lazo, allí donde nada recorre el borde de los orificios. Fragmentos de espejo en los que se retienen los trozos del cuerpo.
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