estaba el tiempo en rotunda sequía y esta noche se perturbaban los ojos eran esas raíces aéreas salidas de su líquida luz enrolada sobre sí misma hubiera sin ti mil veces naufragado innumerables relojes regulados los unos con los otros sumaban su poder como fuerza dejaba traza que los límites traspasaban acechando signos laberínticos os esperan en la huida del testimonio de la presa en rincones de promesas húmedas paredes de empapadas noches gritan el radar se despega como membranosas alas a la sangre y al vuelo transparentes al hambre de la voraz noche