Y tú y yo en acuerdo con el mundo, la vida. Cada día creada. A prueba de la vergüenza, del mundo sin sentimientos. Nos hacíamos fijos de la causa. Cuello alto y relajado. Íbamos como un sonido fugaz y sedante. Manos a la obra que disuelve los obstáculos. Sin darnos cuenta bajo nuestros vestidos, ropajes de la apariencia, nos llenábamos de palabras temblorosas....