Contagiosa luz que ocultabas bajo una sutil indiferencia. Ahogada tu frialdad, ahogadla. Difícil silencio en el que vivía. Goteaba como hambriento, rabioso y voraz como una decepción amarga. No, no podía vivir sin tu boca de nata. No. Tal vez crees que solo soy un espejo, de amor tal vez, sin alma sin cuerpo. No soy noche escurridiza, entrelazado misterio....