En tus manos, grietas. En mis ojos, noche. Diario, a veces. Llegada y desaparecida. Sombra impaciente alargada. Nos cruzábamos, solitarios, en nuestro olvido en la barriada de las flores amarillas. Terminaba la ciudad, y campo. Abandono del recorrido, y suelo. Pasaban los árboles en nuestras vueltas de cuerpos. Tierra e hierba como manta. En tus manos, grietas. En mis ojos, noche. Diario, a...