No te quites de mi boca nunca pues quiero tu silencio, todo tu silencio, para guardarlo como un recuerdo. Pero cuando te vayas guardaré en la memoria tu lado caliente para contradecir a los días del mal Destino. Te amo, sí; así en forma de protesta. Y ardo en este silencio tuyo, en esta herida insólita. Te quiero cuando duermes, sólida y tendida. Y yo duermo en ti cuando estás ausente. En ese beso por pequeño que sea no se olvida; pues conozco bien ese hondo silencio. Río negro de agua, ese silencio tuyo, mensaje del Infierno.
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