Sobre el muro, las sombras naturales quedaron impresas por las ráfagas de amor y otras crueldades.
El trigo a la altura de los ojos parecía árboles con finas ramas que picaban las mejillas.
Piensa en la primera vez que viste la luz
Cuando te encuentres con los ojos abatidos, piensa en la primera vez que viste la luz y ábrelos con la misma inocencia.
Cuando te encuentres con los ojos abatidos, piensa en la primera vez que viste la luz y ábrelos con la misma inocencia.
Y en el cuerpo del abandonado, tinieblas.
Tengo las palabras lejos de las hojas verdes y puntiagudas de los árboles. Tengo el pico gastado por el grano y la tierra que se lleva el viento. Tengo sed de clorofila de la mañana con gotas de rocío. Tengo ganas de volar contigo en los sueños de los pájaros.
Más allá, lejos en el trigo, vi por primera vez tus ojos brillar.
Luchaba contra el humo y me encontré el fuego dentro.
No sé por qué se les llaman etéreos si mis sueños son densos como la lava.
Buzz
Ya tengo toda la imaginación robada al mundo. Ahora podré imaginarte mi amor.
miércoles, marzo 30, 2011
La imaginación tomó el lugar de mi escasa razón. Ya tengo imaginación para ti, para envolverte con ella. Ya tengo toda la imaginación robada al mundo. Ahora podré imaginarte mi amor.
Estás ahí en cualquier página. Paso. Apenas te veo; te quedas indiferente. Vuelvo a buscarte. Te cojo por los puntos extremos; te extraigo y reparo tu soledad. De ti, palabra perdida en medio de cualquier página, salen en todas direcciones todas las páginas de los libros.
Conocí a una persona feliz; lloraba todo el día porque quería asegurarse de antemano para toda la vida la felicidad.
Buzz
Me saludas al amanecer como si nos hubiésemos separado durante la noche.
miércoles, marzo 30, 2011
Me saludas al amanecer como si nos hubiésemos separado durante la noche.
Los pies al aire sin apoyo terrenal se columpian sin alegría ni pena en esta tu última hora.
Me gustaría guardar nuestro amor en secreto par que nada participara de él; para que permaneciera como una absoluta complicidad entre tú y yo.
Caigo a diario en el precipicio de tu boca como en un sueño que no acaba.
La noche dilatada en su sueño eterno no quiere saber nada de mí.
Porque somos el secreto de la tierra: ese amor que surge en el fondo de las raíces.
Las marcas que hemos dejado en la tierra convencerán a los que vengan que hemos sido inteligentes hasta un momento antes del fin.
Nos ahogamos en la debacle de nieves milenarias.
Se agotan los colores enmohecidos del vino mientras tomabas el sabor a madera de mis labios.
Aquí quedo en el silencioso vacío del eclipse.
Dicen que han visto cuerpos retorcidos cargarse la ilusión a dentelladas.
En tus ojos perdí la ausencia y lo invisible.
No llegaba el amor a tus ojos nublados. No llegaban mis manos a tu cuerpo envuelto en humo. No supe enfriar tu pena.
No ser más que un grano de sal del mar muerto y saber a ti.
Vi estatuas de cera que se consumían como velas perezosas.
Buzz
Son los monstruos marinos que como gigantes enfurecidos mueven los abismos
lunes, marzo 28, 2011
Dicen que las aguas agitadas se elevan hasta las nubes. ¿Pero ellos no saben que son los monstruos marinos que como gigantes enfurecidos mueven los abismos haciendo rebosar el mar?
Trae tu cuerpo piedras brillantes hijas del silencioso mar.
De entre los troncos derribados salía un pájaro amarillo con aires de triunfo.
Las réplicas también son volcanes.
Secretos que viajan recto hacia la fosa común.
Tengo la extraña impresión que, a veces, la luz se oculta en tu ojos absorbida por tus tristes pensamientos y sale como nueva ante mi presencia.
Destino filibustero que sufre el amor herido por tormentas de espadas.
Pienso en aquellos que se transformaron en pájaros al abrir sus brazos bajo la lluvia.
Buzz
En esta inestable realidad, retorno; cojo lo que me debe el pasado; vuelvo
sábado, marzo 26, 2011
En esta inestable realidad, retorno; cojo lo que me debe el pasado; vuelvo. Con lo revivido, tomo el presente y lo hago más bello. Un día, cuando te vea distraída o adormilada, con lo nuevo te rodeo y espero tu gesto de sorpresa. Si preguntas, te diré: He recuperado mi parte perdida para ti; allí ya no me servía de nada.
Buzz
Las raíces subterráneas guardan sus misterios bajo nuestros píes, inocentes
sábado, marzo 26, 2011
Hemos identificado las hojas y las ramas de todas las raíces subterráneas cuyos misterios estaban bajo nuestros píes.
He visto miradas que me han borrado todos los impactos y algunas llamadas del mar.
Buzz
Te vi, amé, me perdí entre tu ropa y la piel y no sé cómo salir del estrépito
sábado, marzo 26, 2011
Dice ella: Te vi, amé, me perdí entre tu ropa y la piel y no sé cómo salir del estrépito.
Nuestros juegos favoritos: el juego de los ojos cruzados, de las miradas repentinas, de los besos escapados.
Buzz
Misteriosas cartas marinas que hablaban de una mujer desesperada al otro lado del mar
viernes, marzo 25, 2011
Aquellas misteriosas cartas marinas que hablaban de una mujer desesperada al otro lado del mar me hicieron soñar con el amor posible.
Pasa lento el tiempo cuando se espera y rápido para la vida que no espera el final.
Buzz
Pasa lento el tiempo cuando se espera y rápido en el transcurrir de la vida
viernes, marzo 25, 2011
Pasa lento el tiempo cuando se espera y rápido en el transcurrir de la vida.
Sobrevuelo el archipiélago de las palabras: enjambre de pequeñas islas flotando sobre las aguas.
La espera está siempre en mí atenta a mis esperanzas.
Todos tus misteriosos gestos son símbolos de adorables promesas que acojo entre mis manos huecas.
Sabes muy bien, mi amor, que eres la cerradura y la llave que abre mis pasos al abismo y que estoy preparado.
¿Cuántas veces en el incendio de tus pasiones me he inmolado decidido?
Por ese juego de las sombras del jeroglífico de la imaginación, que la razón no entiende, se realizan sobre el escenario de la vida las sombras chinescas.
La sorpresa de las noches: tus labios y tus manos acordes a mi cuerpo. Y este incrédulo fanático de tu amor.
Buzz
Dicen de los primeros hombres que empezaron a amarse cuando le pusieron nombre al amor
jueves, marzo 24, 2011
Dicen de los primeros hombres que empezaron a amarse cuando le pusieron nombre al amor.
Tengo el fuego de la fragua, el incendio contenido en el hierro domado, la fuerza en el martillo y el impulso vital en el brazo. Tengo en la mente la imagen de una estatua de hierro.
Caen las palabras sobre el texto como un diluvio para inundarlo con su belleza.
Con las yemas de mis dedos leo tus labios de piedra.
Allí te encontré indecisa en la oscuridad. No cabían palabras. El silencio fue más largo que la noche.
Es el secreto de la suerte ciega aquella que llega sin ser esperada.
Buzz
Tal como en un viaje difícil y subterráneo a través de la estrechez de las cavernas
miércoles, marzo 23, 2011
Tal como en un viaje difícil y subterráneo a través de la estrechez de las cavernas fui buscando tu imagen sobre el fondo de una roca.
Suave como zapatillas de ballet sobre las tablas del escenario.
Me renuevo a través de tus ojos cada vez que sale el día.
En los colores del mundo hay uno ahogado por la luz que solo es visible entreabriendo levemente los párpados.
He visto los campos de batalla llenos de brazos muertos.
Siempre amé el agua que sale de la tierra; pero las fuentes están llenas de agujeros.
Tiene el amor una respuesta unánime para el sufrimiento: ámame.
Te vi, por primera vez, en el fondo de una biblioteca pública leyendo a un autor mentiroso que decía no saber nada. Sigo yendo a la misma mesa para leer ese libro que me ayuda a soportar lo que pasó con el tiempo.
Sería conveniente una lámpara mágica para pedirle cada día el deseo de eclipse.
Para guardar los eclipses es necesario poseer una botella y un tapón.
Te busqué entre cadenas y barrotes; y aullabas.
Hoy he visto como los sueños celebran mi existencia porque gracias a ella ellos pueden vivir.
Viví con la ciega sensación de tu existencia.
Estás en las nudosas revoluciones que las nubes mantienen con el desierto.
He inventado el don del presente para ti; para que los sufrimientos no te recuerden.
Creía yo que por amor los locos no podían perder la razón.
Y la sorpresa sobre la que el silencio se ha sentado lo tiene cogido por el cuello hasta nuevo aviso.
Como una falta de imposibilidad, como una extraña impotencia, como insultos al espejo de la noche.
Pongo palabras a la memoria que nunca escribió, a la memoria de las esquinas, a la memoria de las preguntas, a la memoria callada a golpe de juicio, a tu último glorioso día.
De los pájaros de toda la noche he escogido el mirlo que canta tus sueños y anula el silencio tenebroso de la oscuridad.
Hoy envidio todos los versos imposibles.
¿Por qué mi frío envidiaba a la primavera engalanada de cerezos?
La particularidad de tu luz amada tiene tal influencia sobre la claridad del día que veo zozobra en las sombras.
Tomados por la tierra, con los pies echando raíces, con esa atracción fatal que nos lleva hacia ella.
Tus manos están llenas de espíritus juguetones.
Naciste con ojos para la belleza; con ellos aprendí a amar.
Tú, mujer, has nacido de una porción de primavera.
El silencio de las quimeras mantiene la voz cautiva entre paredes selladas debajo de ojos múltiples.
Los pájaros volaron en todas las direcciones a la vez y sus aletazos crearon los vientos.
Para los que no creen en estas cosas, la tormenta no puede cambiar barcos en sirenas. al menos que sean sirenas posadas sobre la húmedas arenas del fondo marino como estatuas sin sol ni oleaje.
He recibido noticias de las alas migratorias. Dicen que por allí aún no llueve sobre las charcas.
Se cayó la esperanza cuando paseaba por el borde del mar. Bajo la superficie de una ola vi su cara sumergirse como queriendo volar.
Buzz
Pero no he perdido el sabor a nuevo de tus besos, ni el gusto por tu nombre
sábado, marzo 19, 2011
Me has vencido mil veces y otras tantas noches, que he perdido la sorpresa, he perdido la fiereza, he perdido el optimismo e incluso las fuerzas. Pero no he perdido el sabor a nuevo de tus besos, ni el gusto por tu nombre.
Y la casa aún ardía mucho tiempo después de tu partida.
De esas épocas que no guardaron la memoria quedaron los ecos difusos rebotando entre las rocas.
Los frutos abortados no sufren la gravedad, ni caen por desenfado o por inercia, ni son roídos por los picos de los pájaros, ni arrancados por manos sedientas, ni llegaron a la primavera. Los frutos abortados no temen los cantos de los pájaros.
Cerca del Este hay un árbol cargado de moras y de mariposas que sueñan en su letargo.
Ese mar vaporoso que pasea sobre el manto azul devuelve a la mar el líquido prestado. Y el mar se hace ligero evaporando el agua que le sobra.
Para algunos anfibios, que nacen en los árboles, su primera vivencia es el vuelo; o la caída, según su espíritu.
Hoy suenan las palabras como piedras magnéticas o como cuerdas.
Estuve mirando con entusiasmo alrededor y he visto que todo lo que nos rodea está rebosante de belleza.
Veo tu mirada unida a la mía por los lazos del amor que nos contempla.
Al recibir tu verdadero amor de mujer pasé más allá del amor conociendo en un instante su auténtica naturaleza.
Solo queda de nuestro amor fragmentos robados al recuerdo.
Tienes besos desconfiados en esos labios que hablan de tristeza y una cinta roja en tu pelo como promesa.
Los días se paran bajo inquietudes tenebrosas ocupadas en ti. Tampoco estoy muy seguro de que pasen aunque tú te vayas. Ya saben: los corazones no entienden palabras.
Cuando la luna se convierta en polvo, cuando el sol esté triste y apagado, cuando las estrellas sean un triste recuerdo en el firmamento, entonces seguiré amándote.
Porque es cierto que las tormentas existen como existe el amor entre sus aguas.
Las palabras trocean el mundo en frases. Las tengo clavadas en la pared desde donde me miran; a mí y al universo.
Juegan los torbellinos del tiempo sobre ti toda.
Déjame disfrutar de tu belleza. ¿O no son bellos tus labios? ¿O son un territorio estéril que dejarás abandonado?
Implosionan las palabras al caer por el borde circular del abismo. Son ellas esa energía que modifica el espacio y el tiempo que nos separan.
Ese rayo de luz, sinuoso y ramificado, que llevas sobre tu mejilla, me guía hacia tus ojos cada vez que te miro.
Aquella noche de amor la luna estaba cargada de agua; pero no vi crecer las flores.
El giro del tiempo me pilló más de una vez desprevenido.
He tirado mis manos al cielo y se me ha quedado entre los dedos algo nuevo sin nombre.
Hagas lo que hagas ámalo. Ámalo como si no hubiera otra cosa en el mundo.
Te hablaría del puente de los pájaros que une a los enamorados, pero sólo está despejado en las primaveras secas.
Quisiera ser un árbol torcido que espera, enroscado sobre sí mismo, las lluvias del nuevo milenio.
Oí hablar de la esencia invisible de algunas diosas. Soñé que tú eras una de ellas. Largo tiempo estuve buscando en lo invisible y domando mis ojos para verte.
Cuando el tiempo llegue a su fin quedaremos tú y yo fuera del tiempo.
Ilumina con tu amor el abismo por el que caigo.
Buzz
Dicen los pájaros que alguna vez desaparecieron los puntos cardinales en el horizonte
domingo, marzo 13, 2011
Dicen los pájaros que alguna vez desaparecieron los puntos cardinales en el horizonte y que vieron los peces desorientados chocando contra las rocas.
Buzz
Recojo las palabras escritas en cada hoja de árbol; las verdes y las secas
domingo, marzo 13, 2011
Recojo las palabras escritas en cada hoja de árbol; las verdes y las secas, las que crujen y las que sueltan savia, las pisoteadas por el despreciable otoño y las que están en los retoños.
Buzz
El que no ve un árbol en su jardín es porque no sabe que la semilla enterrada está esperando
domingo, marzo 13, 2011
El que no ve un árbol en su jardín es porque no sabe que la semilla enterrada está esperando el agua de su mano para crecer.
Cuando el vacío no tiene causa ni fin, cuando el vacío responde al desorden y está dilatado, cuando el vacío no soporta la lógica del laberinto, no hay salida como respuesta.
Retenidas por el cosmos, algunas estrellas, tragadas por la oscuridad, no resplandecerán ni podrán conocernos.
Buzz
En el mundo de los sueños los seres estaban inacabados e inmóviles, sumidos en el letargo
sábado, marzo 12, 2011
En el mundo de los sueños los seres estaban inacabados e inmóviles, sumidos en el letargo, e insensibles al mundo de las cosas.
Hemos hecho crecer un verdadero torbellino en medio de los bosques.
Hoy he salido de mis sueños como un hombre imperfecto.
En tus noches queda el reflejo cambiante de las cuatro lunas. Y un halo amarillo tenebroso anuncia ciclos amenazantes.
Tengo recuerdos atroces de ojos de tierra quemada mirándome.
¿Dónde vas mujer de pies negros de ceniza manchados? Tus labios parecen implorar la memoria del ausente. Esos ojos que sólo ven sombras van negando la belleza. Esos ojos blancos van negando la luz.
La noche es más negra en el mar porque faltan las luces de la Humanidad.
¿Ignoras que yo conozco tus amorosos artificios para hacerme sonreír y para hacer que me olvide del enfado que tus palabras han causado en mí? No lo ignoras; pero usas artificios sin los que no puedo vivir.
Me ahogo en las fosas de tus labios. De ellas parte un mar de piel suavemente infinito. Y llego a un promontorio; lo rodeo o, a veces, me quedo.
Me dejo caer en todas las trampas que vas dejando tras tus pies. Extasiado quedo en cada una hasta que desapareces.
Al que toma todas las formas en mis sueños le he pedido que me engañe con tu semblante cada noche al dormir para hablarte reposadamente aunque no pueda oler aquel perfume que llevabas ni tocar el hilo de tu falda; ni pueda, amor, quererte más que antes.
Se abren las imágenes de la noche, cuando tú no estás, en ese conjunto de espejos que son mis sueños.
Mi lengua languidece cuando hablo de los amores perdidos.
Te hablaría, si pudiera, de ese silencio de rosca, diferido, farragoso y abultado, que nos separa del mundo cuando callamos.
Metí mis ojos en las tinieblas y encontré la insensata oscuridad.
Me he curado de todas las enfermedades. He saciado hasta la última sed. Pero no puedo arrancar lo que tú has depositado en mi mente: esa telaraña insinuosa que no deja a mis pensamientos moverse.
Párate, mírame y escucha mis labios. Voy a decirte lo que nunca te han dicho: te amo.
Mantendré en mi corazón murallas invencibles hasta que tu amor no llegue.
Para poder amar hay que ser inmune a la corrosión del tiempo.
Múltiples sepulturas se extienden por las tierras bajo las ruedas de los carros clavando la muerte en la roca del acantilado.
Los perros ladran en la hacienda vacía mirando los caminos.
No es suficiente excusa el dolor para no amar.
Sigue cada hilo de seda, sus bifurcaciones, y, cuando los recorras todos, tendrás la visión del laberinto.
Para poder amar hay que evitar que el daño nos rompa.
Y los dos, sentados en la cama por la mañana, brillábamos sobre el fondo reluciente de las sábanas.
La libertad consiste en no ceder ante lo inexorable.
No encuentra uno la respiración cuando todo está perdido.
Bésame en la boca, en las manos, en los ojos. Bésame los ojos para verte mujer.
Tengo, como otros, un árbol enraizado en el pecho.
Allá voy gateando como un insecto sobre una duna. Y el horizonte se me hace invisible.
Borras con tu vestido nuestros pasos y con tus besos la amargura.
Soy el niño de las cometas sobre las olas del mar. Soy el niño de las olas que parten y no volverán. Soy el niño de las nubes viajeras que siguen mis olas. Soy el niño amigo del viento que se va a alta mar. Soy el niño amigo de los rayos de sol que les enseña el camino. Soy el niño del mar, amigo de las olas, de las nubes y de las cometas.
Fue tomado por una extrema soledad en los precipicios oculta. Se dejó colgar de una cuerda amarrada a su cintura para tocar con los pies el mar. Bebió el precipicio y el aire. Rozó con las mejillas las alas de las gaviotas. Vio nidos blancos y alas desplumadas. Vio huevos crujientes llenos de promesas. Vio alas negras hambrientas planeando a contra viento sobre las rocas.
¿No vivimos aún en ese mundo desconocido? Ese mundo abyecto porque desconocido.
Amigo mío, el tiempo se va porque no tiene casa donde parar. Nadie quiere acoger a un huésped que sólo habla del pasar de la vida y que le da por contar alrededor de la chimenea las desgracias por venir. Nadie quiere como huésped al que sabe como naciste y en qué estado vas a vivir y morir.
En esa isla donde acababa de perder la vida enterró su cuerpo y sus alas; lloró con destrozo en el corazón y maldijo su invento.
Ve y reclama a la vida treinta siglos de amor debido. Ve y recupera ese amor que te debe. Atrévete, anda, siente. Reclama el amor debido que está esperando. Búscalo allí donde nunca nadie lo ha buscado. Te daré una pista: el amor huele con un olor que nunca antes has olido.
Que las flores no exhalen perfumes no sería perdonable. Maldita flor callada que no perfumas el aire. ¿Acaso estás enfadada porque vas a morir? Déjame tu olor como recuerdo; déjame que te cante flor y verás desde el más allá tu perfume en mis palabras.
Buzz
La Tierra es un inmenso iceberg con varias cabezas rocosas rodeadas de mar
sábado, marzo 05, 2011
Está el mar triste por lo que le ha dicho un marinero. Dice el marinero que la Tierra es un inmenso iceberg con varias cabezas rocosas rodeadas de mar.
Está enamorada la piedra del camino. Un pie descuidado la ha alejado de su amante. Sueña la piedra con huracanes para reencontrarse. Sueña la piedra con el camino y odia al sol con mirada implorante. Vete sol que ahuyentas a los huracanes; apaga tus luces e inunda la Tierra de frías noches y nubes torrenciales. Trae vientos a mi costado que yo bailaré cuando ellos me alcen.
Has apagado la llama de tu amor y te has enterrado viva en la pena silenciosa. Esperas que te busque y que mi agua transforme la tierra en arcilla. Esperas que mis manos cubran tu cuerpo y lo limpien. Esperas que abra tus ojos con mis dedos y puedas ver de nuevo el amor naciente.
Ya no verán las lágrimas en el filo de mis ojos ni las verán caer por mis mejillas. Ya no tengo pena ni añoranza; el amor has traído con tus manos plenas.
Tiembla el hombre por el temblor de la Tierra. Cuánto horror recorre sus entrañas. Cuanto miedo sube por sus pies. Crujen los huesos del cráneo; las cúpulas crujen. Las camas se desplazan; y en sus sueños los hombres el peligro desconocen. Cruje la Tierra por las noches y por la mañana tiembla.
Que vengan todas las nubes a mí llenas de agua; que vengan y me inunden de frescura. Que venga el racimo de uva repleto de carne; que vengan y en mi boca se funda dulce y apague mi hambre. Que vengas tú mi amor de sonrisas llena; que vengas sobre los temores que en mí arden.
Sostenedme vientos planeadores; sostened estas alas inseguras. Empujadme hacia las corrientes más altas; que quiero sentir el frío en mi pico y en mis patas; que quiero andar sobre el aire y ver la tierra más bella desde lejos.
Buzz
Nieve marina: Dícese cuando nieva en el mar el maná de las aguas y de los abismos
viernes, marzo 04, 2011
Nieve marina: Dícese cuando nieva en el mar el maná de las aguas y de los abismos. ¿Nunca has visto nevar en el mar mi amor?
¿Quién está librando batalla en mi corazón? Pues oigo retumbar las paredes.
¿Por qué hace la perdiz un círculo perfecto en la tierra con el pico de sus alas? ¿Está acaso marcando el lugar donde hará su nido? ¿O lo traza primero en el suelo para subirlo luego a la rama de su árbol?
Tengo en el corazón una cueva de murciélagos cuyas alas cayeron en el torrente de mi sangre. Tengo en mi corazón una colonia de bocas ciegas para siempre hambrientas.
¿Cuando iremos mi amor a aquella fuente donde nuestros pies se refrescan? Y jugaremos con nuestros dedos bajo el agua. Y nos reiremos de los que nos miran como locos. Y te besaré entre juego y juego.
La avaricia muere en un charco de sudor verde.
Vivías como el que cae en un sueño y despierta luego en la nebulosa de los sueños nefastos.
No pierdas el tiempo intentando despreciar mis caricias; mis manos tienen alas invisibles que llegan hasta tu piel.
Todo sucedió como en esos sueños febriles volteados en norias gigantes sobre la noche callada de la ciudad.
Conocí testigos mudos del viaje solitario a las sombras.
El dolor no da puñaladas secas ni abre boquetes en la carne. El dolor oprime desde dentro del tuétano de los huesos; los oprime, los hace crujir bajo las embestidas de su oleaje.
¿Cómo pudiste, amor mío, con tus tristes ojos ver la división de las sombras y el movimiento?
He visto paisajes en tu mundo interior. He visto bosques de un verde perenne en tu retina, y una lágrima pendiente. He visto un suspiro retenido en tu pecho y en tus labios la espera.
La felicidad de tu cara parece sostener sobre tu cabeza el liviano espacio del cielo.
Son los bellos recuerdos del pasado los aromas del presente.
Acababa siempre, en mis varios destinos, en la charca de los cuentos infantiles.
Quiero vivir en tus sueños sonámbulo sin miedo a ser despertado.
Por esa bella costumbre que tiene el aire de hacer remolinos en los campos de trigo y en tu pelo me enamoré del viento.
Cuando llevabas tu anillo con la piedra girada sobre la palma de la mano temblaba el temor y vibraban los platillos de acero equilibrado.
Amor, una hora y media antes del atardecer, vienes a saciar tu sed y descansas bajo las alas de los sueños.
Los amores que no fueron cantados caen en el olvido.