para vernos aplastados por el cielo
jueves, diciembre 02, 2010Habíamos sacrificado nuestras piernas al monte; quedaba sentarse sobre una roca para mirarlo vencido o tumbarse boca arriba sobre la hierba para vernos aplastados por el cielo.
Habíamos sacrificado nuestras piernas al monte; quedaba sentarse sobre una roca para mirarlo vencido o tumbarse boca arriba sobre la hierba para vernos aplastados por el cielo.
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