Enzarzados como ojos carnívoros
sábado, noviembre 03, 2018
A la tormenta. Enmudecidos nos callábamos para nosotros los desastres. Teníamos en los brazos enredos. Teníamos tumultos que labraste; se columpian íntimos en sus llamas. Así, sin prepararnos, a última hora llamaban a nuestra puerta cada noche preparándonos a llama lenta el infierno. Nos miraban atizando sus brazos con enredos. Balanceábanse enzarzados como ojos carnívoros.
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