He dado el salto que nos separaba de la tristeza. A ojos tristes. A ojos alegres. A tu imaginación desapercibida. Yacías en el aire como fruto de la partida. Teníamos los últimos besos en el recuerdo. Desafortunadamente tú detestabas los disturbios. Tú te desmoronabas en tu paraíso, en tu paraíso de la memoria. Ya venía el aire seco que atravesaba la sangre, quemaba...