Me gusta imaginarte torpe como agua en el mar flotando entre inventos, como una amenaza de tu piel seca donde se fuga el origen de mis deseos. Me gusta lo que dicen de ti las olas. Para hablar supe de manos, para arrancar tu desnudez hice vestidos, y ahuyenté monstruos del desamor y del silencio. Invadías mi alma en la cueva de mi...