Contigo aprendí a llorar; aprendimos a llorar con nosotros. Nos vinieron las lágrimas. Del pasado, nos vinieron. Aprendimos a llorar como noches largas. A llorar por azar, aquí y ahora. Inventábamos las noches para quedarnos en nuestra mirada. Un lazo del te amo alrededor de nuestros cuerpos. Como lluvia te amo. Como el gotear del tiempo. Te amo de amor tormenta, de plaza y calle, de terracitas en los rincones donde las callejitas evitan las repletas mesas en sus continuos paseos de existencia de calle.

 Senso, luego ex-isto como hipó/tesis.