Cómo dejar la memoria. Cómo jugar con ella como una pantalla. La que cierra. Y ciega a la vida que ve. La hace amnésica. Sin resentimiento. Como creyendo que ocupa todo lugar. Del alma. De la historia. Silenciosa arqueología del ayer y del mañana. Allí maúlla como fiero gato escaldado por el tiempo. Sin agorafobia espacial ni temporal. Sin instalación en la noche....