En ninguna mano, en ninguna obstinada noche, cuento tanto como cuando te recuerdo. Ya se hizo la espera. Ya se hizo callada. Ya vino con sus ojos helados a mirar tu ausencia. Divagaba de frente, como si fuera inocente de tus ojos hechos de huidas. Y quiere, sin embargo, verte, negada que es a tu pérdida. En ninguna mano, en ninguna obstinada noche,...